Golpe de Estado

Publicado el 26.04.2016.3:05 pm

¿Hay un Golpe de Estado en marcha? Nos planteamos la pregunta por qué durante los últimos días ha sido un tema muy popular entre las conversas de los venezolanos, trascendiendo más allá del rumor y convirtiéndose ya en una especie de muletilla del argot político cotidiano. El fin de semana el Ministro de la Defensa y General en Jefe Vladimir Padrino López, señaló que hay un Golpe de Estado en marcha. Entonces ya no es sólo cuestión de rumores o percepción, hay algo más, quizá una jugada política.

Antes de sumarse a la cadena de elaboradas hipótesis, conviene saber que significa un Golpe de Estado; apelamos así una vez más a nuestro buen amigo Norberto Bobbio y su diccionario de política, en el que en una extensa cantidad de páginas define al fenómeno:

“(…) el golpe de estado es un acto llevado a cabo por parte de órganos del mismo estado (…) en la gran mayoría de los casos quienes se adueñan del poder político a través del golpe de estado son los titulares de uno de los sectores claves de la burocracia estatal: los jefes militares (…) el golpe de estado se lleva a cabo no sólo a través de funcionarios del mismo estado, sino también usando elementos que forman parte del aparato del estado. Está característica diferencia al golpe de estado del levantamiento, entendido como una insurrección no organizada, con pocas posibilidades de éxito”

Luego de esa clara definición queda en evidencia que un Golpe de Estado es un movimiento de parte del mismo Estado para derrocar al gobierno de turno, y según lo expuesto, principalmente ejecutado por la fuerza militar. Entonces cuando el  Ministro de la Defensa dice en TV Nacional que hay un Golpe de Estado en marcha, ¿cómo debe interpretarse el anuncio?

De semejante declaración podemos sacar dos conclusiones sin un ápice de especulación. La primera es que el Estado Venezolano está fracturado, no existe hegemonía y ni siquiera la Fuerza Armada Nacional puede garantizar el funcionamiento del aparato público o evitar un golpe. De lo contrario simplemente el Ministro de Defensa y demás dispositivos que le acompañan se activarían y desarticularían la sedición y presentarían al país a los alzados o conspiradores. No pasa así.

La segunda conclusión posible es que la fractura no es en el Estado en General, sino también en la Fuerza Armada Nacional, en la cual el Ministro tampoco garantiza la gobernabilidad, es decir hablaríamos (en ese caso) de una confrontación dentro de la propia institución armada.

Muchas otras hipótesis pueden tejerse, pero sería entrar en el campo de la especulación. Algo si es seguro y queda claro, el futuro es turbio y estamos sobre arenas movedizas.

por :Ricardo Ríos Calderón

@riosdefrente