Publicado el 07.02.2018.9:44 pm
Aritmética social:
2 y 2 son 4, eso es aritmética básica. Si aplicamos unas simples cuentas a la cotidianidad del venezolano “de a pie” podemos calcular que tiene que dedicar a diario, más o menos, el 15% de su tiempo a conseguir efectivo. Pero además, esa inversión de tiempo no garantiza que consiga los billetes. Luego, debe dedicar más o menos un 30% de su tiempo (diario) a conseguir alimentos; ya sea haciendo alguna de las interminables colas de ocasionales productos regulados que llegan a algunos comercios, o simplemente haciendo la cola en algún lugar para comprar a precio de mercado (es decir precio no ficticio) algún producto escaso, que “por fortuna” apareció en algún otro comercio, generando un inevitable cuello de botella. Por no mencionar la cola (que puede ser de horas) para pagar en la panadería por que el punto está lento.
Allí no termina la cosa; pues resulta que la gran mayoría de la gente necesita medicinas o tiene un familiar que necesita medicinas. Y hacer el “tour farmacéutico” puede tomarte un día entero a la semana, de modo que distribuyamos el tiempo semanal invertido a una proporción diaria y quizá nos resulte que deba dedicar otro 15% de su tiempo diario a ese rubro. Pero aún falta, pues resulta que la comida que con mucho esfuerzo consiguió; debe cocinarla, lo cual implica que debe encontrar gas doméstico. Eso quiere decir que debe organizarse con los vecinos para trancar una calle y esperar que llegue el camión del gas, (que se enteró que la comunidad lo necesitaba, debido a la tranca que se hizo). Eso le llevará todo el día, claro que es una actividad más o menos mensual, de modo que prorratearemos a un 10% diario que deberá invertir en detallitos como esos, no sólo con el gas, también con la luz o el agua.
Ya va, no hemos terminado. Aún faltan varios X%, quizá haciendo un trámite, puede ser en el SAIME, en el Registro Principal, en el IVSS u otro. Allí tendrá que hacer dos colas (al menos), primero la virtual, que se sub-divide en tres, la primera es irse a un sitio que tenga luz (servicio eléctrico) e internet, pues resulta que ahora muchos sitios que cubría CANTV, ahora ya no tienen servicio por que se robaron los cables. La siguiente sub cola es esperar que le llegue el internet al sitio al cual usted se movilizó, pues aunque en teoría tenga acceso al servicio, eso no quiere decir que esté garantizado las 24 horas ya que, por alguna razón, simplemente no hay internet. Luego esperar que la plataforma virtual de la institución abra. Todo lo anterior puede tardar días.
Aún me faltan cosas de la cotidianidad, pero no quiero extenderme más en este punto; pero creo que expuse la idea de lo que quiero resaltar como PRIMERA PREMISA: La sociedad “socialista” venezolana es inviable, y su menguada y moribunda existencia sólo se explica por la esquizofrénica política rentista y sin precedentes que caracterizan al Gobierno de Maduro, a quien pudiéramos llamar el pulverizador del trabajo, el enemigo a muerte del trabajo. Literalmente ha eliminado la posibilidad que la gente se dedique a trabajar, aún queriendo.
Algunos textos clásicos exponen que el Socialismo es una sociedad basada en la lógica del trabajo. De ser así, Maduro no lo comprendió nunca, y es el mandatario promotor del “modelo” más improductivo en la historia de la humanidad (no exagero, por favor busque usted un sistema más improductivo que este).
Eficacia política
Aclarada la premisa nro. 1: (sociedad matemáticamente inviable), pasemos a la SEGUNDA PREMISA: Están dadas las condiciones materiales y objetivas para un cambio político societario en nuestro país. El hecho que en una sociedad exista, por la vía de los hechos, la prohibición de trabajar, una inflación anual de miles % y una diáspora que en unos meses ya se cuenta por millones (¿alguien se atreve a desmentir algunos de esos tres puntos que acabo de señalar?), es una inequívoca señal que las condiciones materiales para un cambio político están dadas. Lo cual nos lleva a la Premisa nro. 3.
TERCERA PREMISA: La concreción de un cambio político requiere unas condiciones subjetivas. Estas últimas no surgirán por generación espontánea, requiere la construcción de su viabilidad política. Ese es el desafío actual que es ya una deuda con la sociedad Venezolana.
En el actual estado de cosas, se requiere mucha pulsión y rigurosidad para lograr una transición política de modelo. En este caso, hay que aproximarse a una definición (quizá por negación) de lo que se necesita, o mejor dicho, de lo que no se necesita. Es decir lo que hay que evitar.
Debe evitarse a toda costa que la política “Nestea” guíe el devenir. Es decir, la tentación que cierta dirigencia crea (y haga creer a sus seguidores) en salidas instantáneas y totales. Eso sencillamente no existe. Y esas fórmulas producen todo lo contrario. Fracasan, frustran y desmovilizan.
Hay que evitar a toda costa que el coliseo 2.0 (redes) guíe la política. Muchos gladiadores digitales se han dejado marcar la agenda por la aclamación de enardecidos usuarios que piden sangre a través de teléfonos inteligentes. Quizá creen que la muerte es una aplicación (apps) que se puede luego desinstalar de su dispositivo. Recuerden, liderar no es que siempre te aclamen.
Por otro lado, debe procurarse una AGENDA POLÍTICA, (que requiere mucho gasto neuronal, lleva su tiempo y exige acuerdos) que de cómo resultado la eficacia en la obtención de los objetivos. Los atajos tremendistas han hundido al país hasta el cuello al regalar en bandeja de plata la guillotina a nuestros verdugos.
La ecuación: El 80% de la población adversa al gobierno y el 90% quieren un cambio. La energía necesaria está allí, sólo requiere ser canalizada adecuadamente y CONCENTRARLA en el punto correcto, la unidad debe trazarse como objetivo enfocar las energías en un mismo punto en los ejes espacio-tiempo. Solo así se logrará la victoria.
por Ricardo Ríos Calderón
@riosdefrente