Publicado el 20.09.2017.7:59 pm
Cuando hacemos una revisión histórica del mundo político, nos conseguimos que mentir en este ámbito no es nada nuevo , de hecho pareciera ser casi una característica o casi un requisito asociada indefectiblemente con el mundo político; al respecto escribe Hannah Arendt en su ensayo Verdad y Política de 1964, en el mismo señala que la historia del conflicto entre la verdad y la política es antigua y compleja, y explica que siempre que una verdad perjudique a un grupo o persona poderosa , la misma se buscará desestimar y si es posible se buscara desaparecerla.
En este ensayo ella se pasea por Platón, Hobbes y Kant, entre otros, lo cual nos da una idea desde hace cuánto se maneja este tema en el mundo.
Por otro lado al oír el termino posverdad es automático pensar en el posmodernismo, y de este último varias cosas llaman nuestra atención y nos llevan a entender la aparición de esta situación llamada posverdad, sobre esto comentaremos a continuación.
Tomando en cuenta los puntos anteriores podríamos decir que de aquellos polvos viene estos lodos , estos tres elementos son la base fundamental para lo que hoy llamamos posverdad, es más pareciera se fue construyendo intencionalmente para llegar a donde hoy estamos.
Uno de los elementos de gran importancia para la existencia de la posverdad son los nuevos medios digitales de comunicación (RRSS) , en donde no es necesario elaborar mucho el contenido, se puede “vender” como cierto algo que es absolutamente irreal, las personas lo reciben y no es necesario ni siquiera citar su fuente, con lo cual no existe ni siquiera la responsabilidad de quien genera el contenido, cosas que si suceden con los medios de comunicación tradicionales , lo importante en las redes sociales es la inmediatez y el impacto de cómo llega el mensaje, que emociones te genera, no su veracidad.
Otra cosa que es el acompañante perfecto de esta situación es que durante los años anteriores se ha buscado fragmentar todo, y lo más importante se ha logrado fragmentar el pensamiento, con lo cual la mayoría de los receptores no ven los mensajes en el contexto, sino de manera aislada, esto permite no ver la totalidad de las cosas y de esa manera disminuir la capacidad de crítica de los hechos, ya que al no tener información ni formación global es más sencillo no dudar de lo que se recibe , consumirlo como cierto y además ayudar a su difusión.
Las palabras son tan importantes que construyen realidades, ¿no será esto de bautizar a la mentira con el nombre de posverdad una herramienta de los mismos constructores de ella? Tienen años siendo cada vez más expertos en la construcción de “verdades paralelas”, son ellos quienes dominan los grandes medios de comunicación. Al llamar posverdad a la mentira ¿no la estamos suavizando? ¿No estamos acaso ayudando a facilitar su consumo sin que sean juzgadas por las pocas personas que aún lo hacen? Y lograr así, de esta manera que se terminen convirtiendo en verdad absoluta. ¿Les vamos a hacer el juego? ¿Y si empezamos a llamarla por su nombre la ANTIVERDAD?
Natalia Ríos Calderón
Imagen tomada de http://www.jrmora.com