Publicado el 01.02.2018.11:45 pm
El horizonte está lleno de humo, todo se ve turbio, y ante la poca visibilidad y lo incierto del devenir, se pueden cometer errores de percepción. Una premisa básica debe guiar el accionar: los “bloques” no son monolíticos, es más, ni siquiera son bloques; y la recomendación en consecuencia es: hay que identificar los matices.
En este sentido, vamos a repasar una serie de signos y señales de utilidad para “diseccionar” la coyuntura:
La negociación en Dominicana: Todo indica que, tal como señalamos en días pasado, la negociación fracasó, los indicadores hablan por sí solos, desde la misma rueda de prensa se evidenció que no hubo un acuerdo, y señalar que se lograron avances, parece simplemente una forma de dejar la puerta abierta para, si es necesario, continuar la negociación. Adicionalmente Chile anuncia su retiro del proceso y por si fuera poco el propio secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson (Ex Director de Exxon Mobile), anuncia una gira por Latinoamérica la cual inicia con un abierto tono hostil hacia el Gobierno de Venezuela.
Tendiendo hacia la ruptura. La amalgama de grupos que se mantienen en el Gobierno Nacional, enfrenta una severa (y quizás definitoria) crisis que amenaza con dividir las fuerzas de cara a la próxima elección presidencial. El Presidente Maduro insiste en su candidatura a pesar que no cuenta con el consenso en el PSUV; en vista de esto último, el Presidente-candidato ha decidido inscribir al “Movimiento Somos Venezuela” como nueva tarjeta electoral, diferente a la del PSUV (considerando que no tiene el control de la tolda roja y esta no le garantiza la reelección). Esta “audaz” jugada no ha sido bien recibida por Diosdado Cabello, quien realizó unos breves pero incisivos comentarios en su programa “Con el Mazo Dando” el pasado Miércoles 31/01/2018.
Es improbable que se presente una fractura explícita, o que surja un segundo candidato; pero tampoco se visualiza que estos grupos rivales sumen sus fuerzas para la elección presidencial.
Por su parte, los otrora aliados como PCV, PPT y TUPAMARO no han manifestado la intención de apoyar a Maduro, lo que desdibuja la posibilidad de constituir en esta ocasión el Gran Polo Patriótico.
Tendiendo hacia el acuerdo.
La unidad en los factores opositores vivió su peor momento a finales del año pasado, cuando las diferencias entre los principales partidos y figuras llegaron a tal punto que uno de sus líderes (Capriles) declaró que no permanecería en la MUD mientras en ella estuviera Henry Ramos Allup, principal dirigente de AD. No obstante, actualmente la gran mayoría del abanico de factores opositores, pareciera estar coincidiendo en algunos puntos comunes, ya sea la presencia en Rep. Dominicana para la mesa de negociación con el Gobierno, y/o la selección de un candidato unitario para la elección presidencial.
Considerando que diversas figuras, de partidos medianos, ya han lanzado sus candidaturas (aunque exigiendo condiciones electorales, pero igualmente ya mostraron su decisión de participar). Un hipotético retiro de los partidos principales, no tendría un “efecto total” de deslegitimación del gobierno, el cual sería el objetivo de la abstención.
Igualmente debemos tomar en cuenta que VP ya no puede participar con su tarjeta (fue invalidada) y PJ aún no ha culminado exitosamente su proceso de validación; motivo por el cual, de los partidos grandes, solamente AD (por ahora) es la organización que tiene tarjeta electoral facultada para su participación. La tolda blanca se convierte de este modo en el “pivote” determinante de la oposición en esta coyuntura.
La dinámica política se acelera de manera exponencial, todo indica que en los próximos días se definirán las aguas y veremos con más claridad hacia donde se decanta el escenario.
Ricardo Ríos Calderón
@riosdefrente