Publicado el 17.02.2017.1:09 am
Ante la incertidumbre que existe alrededor de la realización o no de las elecciones regionales en este 2017, no queda más que (además de exigirlas, tal como dicta la norma) leer las señales del entorno y hacernos hipótesis a partir de estas. Es decir, interpretar el discurso y las acciones del Gobierno, que quiérase o no, es quien tiene la sartén agarrada por el mango.
Hay al menos dos señales que pueden interpretarse como una aproximación a una convocatoria a elecciones para las Gobernaciones; específicamente:
Número 1: La renovación de nómina de partidos: Este requisito (que está en la ley desde hace décadas), cae como anillo al dedo al Gobierno, pues obliga a las organizaciones que no se presentaron en las recientes elecciones (o que sacaron menos del 1%) a “revalidar” un nro. necesario de expresión de voluntades (firmas) que den fé que esa organización política tiene una cantidad de seguidores, militantes o simpatizantes, suficientes como para estar en el universo electoral.
El punto es, sin embargo, que las condiciones (definidas entre el CNE y el TSJ) para revalidar estos partidos, hacen pensar que se quiere sacar del juego a algunos partidos, ya sea mermándolos en algunos estados para que no puedan ser de alcance nacional, o simplemente ponerles la vara alta, a ver si quedan fuera.
Con esto se lograría (desde la perspectiva del Gobierno) disminuir la oferta electoral, lo que generaría mayores conflictos internos en la oposición, y paralelamente, posibilidades de entendimiento de algunos partidos sobrevivientes, con el Gobierno. Tomarse toda esta molestia en definir esta estrategia hace suponer que el Gobierno está pensando en un escenario electoral, quizá disminuido o debilitado desde el punto de vista de la variedad, pero escenario electoral al fin.
Número 2: El Presidente Maduro y el Vicepresidente ElAissami anunciaron recientemente unos responsables políticos por estado, para la supervisión y ejecución de los CLAP y el carnet de la Patria. Es una lista de conocidas personalidades políticas del PSUV, todos ellos con perfil de candidatos, y quienes desde ya están movilizados en cada uno de las entidades. Sin duda calentando motores para una eventual campaña, lo que hace pensar además que el PSUV basará su campaña en repartir comida a los estratos más necesitados. ¿Les resultará?
Ricardo Ríos C.
Presidente de Poder & Estrategia C.A.
Consultor en análisis estratégico.
twitter @riosdefrente