CONFIANZA INTERPERSONAL Y DESARROLLO DEMOCRÁTICO.

Publicado el 15.10.2018.7:40 am

La confianza entre las personas se fundamenta en la convicción que existen reglas comunes e iguales para todos, incluso cuando nadie les observa  y sin que haya imposición o ejercicio de la violencia por parte de alguno de los involucrados o de entes externos. En este sentido, cada cual sabe lo qué puede esperar de parte del otro, convirtiéndose la confianza en un factor que permite anticipar que alguien actuará en función de lo que se espera de él, generando esto la posibilidad de asociarse a otros y creer en ellos.

En consecuencia, la confianza como valor para la democracia adquiere una importancia superlativa, acá la abordamos no sólo como aquella que pudiera existir en personas que se conocen entre sí, sino también la que puede darse entre desconocidos,  este fenómeno social ha sido llamado “Confianza Interpersonal”.

La confianza interpersonal es la base del asociativismo, otro valor esencial para el desarrollo democrático de las sociedades, teniendo como contravalor al “particularismo” que conlleva a favorecer los intereses de grupo, facciones, logias o sectores específicos con la consecuente lesión a los intereses generales o colectivos.

Los indicadores de confianza interpersonal para América Latina han sido históricamente bajos, siendo la región del planeta que muestra los porcentajes más reducidos. Según el informe de Latinobarómetro “La confianza en América Latina 1995-2015”, de cada 10 personas ocho no confían en el“otro”, en tanto, cuando se compara este indicador con los países nórdicos, se observa que la relación se invierte, en esas sociedades de cada 10 personas ocho confían en el “otro”. Lo anterior, ubica a la confianza interpersonal como una variable a considerar en los altos grados de desarrollo democrático que exhiben tales sociedades.

Para el caso de Venezuela, la confianza interpersonal muestra valores aún más bajos que Latinoamérica en su conjunto, la región tuvo  un promedio de  17% para el período 1996-2015, en tanto, para nuestro país se ubicó en 15% para el mismo lapso, esto de acuerdo a datos del informe citado. Mientras que para el  año 2017, de acuerdo a las mediciones de Latinobarómetro, la confianza interpersonal tuvo un descenso en el promedio regional cayendo a 14%, bajando aún más para el caso venezolano ubicándose en 9%, estando Venezuela entre los países que muestran el porcentaje más bajo en este indicador.

De estas mediciones, podemos deducir que el desarrollo de la democracia  en Latinoamérica ha venido en declive si se valora en función de la confianza interpersonal como un valor esencial para el asociativismo propio de estos regímenes.Del mismo modo, la calidad democrática en Venezuela, considerada en términos de este indicador, se ha visto afectada y reducida por el bajo nivel de confianza que muestran las personas hacia sus semejantes, o valga decir el  alto nivel de desconfianza hacia el “otro”. Lo anterior lleva a la siguiente interrogante: ¿Podrá una sociedad con estos niveles de desconfianza o duda en el “otro” superar las enormes dificultades que la aquejan, considerando que la solución a los problemas involucra inexorablemente a  ese “otro”?  La respuesta es suya amigo lector.

Máximo Rojas